Castilla-La Mancha es un destino para hacer un viaje de cine. Y es que las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo conforman un inmenso plató de rodaje que presume de algunos de los fotogramas más impresionantes para inmortalizar en la memoria del viajero. No en vano, se trata de la tercera región más extensa de toda España.